Esta es la publicación número 100 en el blog y para celebrarlo de alguna manera voy a contar una pequeña historia. Durante la universidad hice algunos de mis mejores dibujos en mis clases más aburridas, nada demasiado profesional claro. Pero por sobre todas, la clase de Derecho Procesal Penal se distinguió por los que quedaron en las copias de la antología de la materia. Alguna vez cruzo por mi cabeza la idea de intentar dibujar un dragón, fui poniendo orden a lo que quería, un dragón épico, grande, fiero, imponente; una bestia enorme y terrible. Con estas ideas en la cabeza fui dibujando. ¿Garras? ¡claro! debería poder atacar o defenderse en cualquier momento. ¿Colmillos? ¡por supuesto! que mejor manera de infundir temor. ¿El tamaño? tan grande como me deje la hoja. Un aire de dragón japones con los bigotes volando y unos cuernos no muy grandes porque… pues esa era mi idea de un dragón.
Y de este impulso, de esta idea de una bestia épica e imponente salió este muchachon:
Se ve simpático, lindo, agradable, bonito y hasta divertido. Termino muy alejado de las ideas que me acompañaron mientras lo dibujaba. Un amigo incluso me dijo cuando lo vio «¡pero si eres tú!». Así que parece que me proyecté. Claro que no sé hasta donde llegué esto de la proyección y tal vez es algo que solo puedan ver los que llevan mucho tiempo de conocerme. Lo que sí, aunque me falto pericia para que el lápiz se fuera por los lugares adecuados para llegar a la ferocidad, el resultado me gustó mucho.
Claro que este dibujo no nació de colores y he aquí la versión original, con todo y las notas de la materia:
Aprendí un poco de Corel Draw y por eso pude redibujar mi dragoncito a una versión más bonita (por decirlo de alguna manera), lo que sí al final no pude decidirme por dejar al dragón verde o negro, así que deje los dos:
Bueno como bien decía esta es la publicación 100 de básicamente todo lo que me gusta hacer, estoy feliz y muy animada en seguir subiendo fotos, cuentos y anecdotas.